10 Feb 2019
Laura Orts Pérez (optico optometrista)
Desde que me enteré, estando todavía en la carrera, que los ópticos podíamos ayudar en el tercer mundo con nuestra profesión siempre había querido realizar algún proyecto de cooperación, pero al principio no todo es tan fácil. Un día mirando en internet descubrí que había una ONG muy cerca de casa, con una de sus sedes en Murcia, y que además estaba buscando óptico para un proyecto en Senegal de optometría y sin pensármelo solicité poder colaborar con ellos en ese proyecto. Ese día yo no me podía imaginar que tres meses después me darían la oportunidad de poder irme con ellas a vivir esta experiencia.
Nos pusimos en marcha y en noviembre del 2018 emprendimos nuestro viaje, María del Rosario (presidenta de la asociación), Rosa maría (delegada de la sede de Sevilla) y yo, las tres íbamos al África más profunda, donde los servicios y las facilidades no los encuentras como en cualquier pueblito europeo. Nos hospedábamos en una casa cedida por uno de los voluntarios de la asociación para los voluntarios de Regalos de Amor en la selvita Medina Demba Billo, a nuestra llegada todo el pueblo nos estaba esperando incluidos niños y mayores que nos esperaban entre canticos y abrazos, fue muy emocionante.
Al día siguiente ya empezamos con el trabajo. Yo monté mi gabinete de optometría en un aula de la escuela, cedida por el pueblo para llevar a cabo la campaña, y emplee un poster de optotipos de E de Snellen, un par de sillas, un retinoscopio y una caja de prueba, también disponía de un test de cerca para la revisión de cerca. La consulta estaba disponible para todo el que quería revisarse ya fuese del pueblo en el que nos hospedábamos o para cualquier persona que quisiese o pudiese desplazarse hasta donde nosotros estábamos, revisamos a todos los niños del colegio y detectamos un par de anomalías en niños que no tenían queja aparente. En los días siguientes nos desplazamos a dos selvitas cercanas a la nuestra para poder llegar a mas población, ya que en este tipo de aldeas el tema del desplazamiento es un obstáculo bastante importante y difícil de solventar, una de ellas fue Mampatim. Desde la llegada a las 9.00 de la mañana tenía en la puerta del aula una lista de espera de 80 personas, me esperaba un duro día de trabajo. Al día siguiente fuimos a Tidelly, una selvita muy cerca de Medina, aún a pesar de la proximidad allí hicimos también un montón de revisiones, fueron días muy duros en los que regalamos vista a muchas personas :).
Las personas de los pueblos más pobres de África no tienen facilidad de acceso a la sanidad ni a servicios como pueden ser unas gafas. Hay mucha gente que las necesita pero no se las pueden permitir, aprenden a vivir en la borrosidad y cuando vamos nosotros y damos luz a sus ojos. En muchas ocasiones simplemente permitiéndoles definir formas. La felicidad se vislumbra en su cara es algo que nosotros no podemos saber pero para ellos esta ayuda es mas de lo que jamás se podían imaginar. Poder ver un cartel a una media distancia, poder ver quien viene por el camino, para algunos poder ver las noticias del periódico incluso aunque parezca mentira, poder ver el móvil para comunicarse con la familia que se encuentra lejos son algunos ejemplos prácticos de cómo se puede ayudar en este campo; para los niños, sobre todo los que estudian, es poder evitar el fracaso escolar y permitirles un futuro.
Por eso es importante que este tipo de ayudas se puedan seguir llevando a cabo y colaborar. Algo tan sencillo como la donación de tus gafas viejas hace que nosotros podamos seguir trabajando. En cuanto a mí, me alegro de haber podido colaborar en un proyecto como este haberme adentrado en otra cultura completamente diferente, haber conocido gente que se vuelca en ti a pesar de no conocerte de nada y haber podido ayudar a dar luz a ojos que no lo tienen tan fácil como nosotros.
Gracias por la oportunidad
Laura Orts Pérez
